Por: Chano Rangel
Si le pongo estos números así de botepronto, usted dirá de que se trata, ahí va: -34%, -40%, -36% y así podría enumerar las grandes cifras, que quizá usted querido lector no sepa. Pero serán los números que tenga que sortear, salud, medio ambiente y seguridad, además de las áreas de educación e investigación.
Pero este sistema populista no es nuevo, y para ese rumbo van mis comentarios, mire en los días pasados aparecieron dos personajes, uno Francisco Labastida Ochoa y el otro a través de su hijo Javier, Ramon Aguirre, ex jefe de gobierno capitalino, para presentar sus vivencias en el poder.
Estos dos políticos de generaciones distintas vivieron el poder en su máximo esplendor, para Ramon Aguirre, quien fuera candidato al gobierno de Guanajuato, no pudo ser peor su versión de las urnas, el presidente en turno, anulo la elección de ese estado, pero no volvieron a repetirse en su lugar le dieron la gubernatura a Carlos Medina Plascencia, un panista favorecido con la concertación presidencial, que no era otra cosa que darle al PAN la gubernatura por próximos favores políticos.
Para Pancho Labastida, Pancho, así lo nombro Manuel Cavazos Lerma, gobernador en turno de Tamaulipas, en una gira de trabajo, siendo el primero director de Caminos y Puentes Federales, en Matamoros, teniendo como testigo al alcalde de la época Tomas Yarrington Ruvalcaba.
Ha este político sinaloense, Zedillo lo dejo a su suerte en la campaña presidencial, solo sin recursos y sin apoyos estructurales que terminaron dándole el triunfo a Vicente Fox, el gobernador de Guanajuato, que puso de moda pasar por una gubernatura antes de aspirar a la silla grande de México, la del águila en el respaldo.
No tuviera necesidad de mencionar todo esto si no fuera porque en la anterior elección nacional, también hubo concertaciones, mire sin orden alfabético se las puedo nombrar, Alejandro Murat, ahora senador morenista, y ex gobernador priista de Oaxaca, Omar Fayad, embajador en Noruega, Claudia Pavlovich, gobernadora de Sonora, ahora cónsul de México en Barcelona, el traidor de Javier Corral, ahora senador por Morena y ex gobernador panista de Chihuahua, Nacho Peralta de Colima, que goza de una impunidad poco vista y reprimida hasta por los morenistas.
Así fue el sexenio pasado, donde a cambio de embajadas, consulados y concertaciones, fueron entregadas las gubernaturas a Morena, recordando al viejo PRI, ese priismo que recuerdan y vivieron Pancho Labastida y Ramón Aguirre Velázquez, es precisamente el de los jueces, magistrados y ministros al servicio del presidente en turno, en el fondo así era, en lo aparente había autonomía, también se tenía a la disposición del ejecutivo el congreso en las dos cámaras, el senado y los diputados y quien no cumpliera ordenes era expulsado del olimpo.
Con la reciente reforma al poder judicial, las cosas van caminando a esa época, una etapa oscura y difícil de creer que sucedió en México, en esa época, está el viernes de corpus, la matanza de Tlatelolco, y muchos delitos más de lesa humanidad, además de jugar con la política doméstica, acuñando frases como: “en lo federal no te metas, y en lo local ni preguntes” cuando se trataba de elecciones, en alusión a lo que un gobernador tenía derecho y a lo que no.
El actual gobierno, considera esa etapa como mejor, por eso su regreso, paradójicamente esa etapa gris y oscura de México, es la que tanto crítico López Obrador, la que sirvió de lucha a Claudia Sheinbaum, y la que muchos ahora izquierdistas lucharon contra el poder.
Para allá vamos de seguir como se ve el proyecto de nación izquierdistas, los que nos tocó vivir una etapa de esas, sabemos de qué se trata, los jóvenes de los 90s, para acá, no sabrán nada de esa época, pero tampoco se enteran, ya que las redes sociales poco informan de esa época, lo nuevo y trading topic, son los videos de desnudos, jóvenes vendiendo sus fotos y demás, son la moda, por eso la reforma judicial, no se peleó en la calles, en las universidades, porque a esta nueva generación poco le importo el país donde vivimos.
Es cuánto.
De Aquello y lo demás…
El día de ayer el alcalde de Matamoros Beto Granados estuvo en el Fraccionamiento Palmares, uno de los asentamientos más poblados y que alberga a cientos de trabajadores de la industria maquiladora, hasta ese populoso sector se trasladó el edil, con su equipo de trabajo.
La atención personalizada a los ciudadanos ha sido la constante en estos programas, el alcalde Granados Favila, reitera y enfatiza que “somos un gobierno diferente” de territorio y no de escritorio, que se atiende a la problemática de la ciudad desde el mismo lugar donde se origina. Donde este programa de martes ciudadano ha servido para facilitar a las familias el acceso a mejores servicios y mejor atención.
En el fraccionamiento Palmares convergen otros núcleos poblacionales, como Las Brisas, Rincón de la Brisas y demás asentamientos familiares, que hacen de estos programas municipales un aliciente para sus problemáticas.
Seguiremos en territorio apoyando a las familias matamorenses, confirmo el alcalde en su estancia en el Fraccionamiento Palmares, seguiremos de frente, atendiendo la problemática diversa de cada sector. Enfatizo.